Mi Árbol de Navidad

Según cuentan, las tribus germanas de hace 1200 años veneraban el roble -de madera dura, compacta y muy apreciada para construcciones; representaba para ellos mucho misticismo- y el manzano, aunque este no gozaba de tanto prestigio como el primero. Creían que el mundo y todos los astros estaban sostenidos pendiendo de las ramas de un árbol gigantesco llamado el "divino Idrasil" o el "dios Odín", al que rendían culto. Y en invierno, los robles, como casi todos los árboles, pierden sus hojas, por lo que estas tribus pensaban que cuando un árbol perdía su follaje era porque los espíritus lo habían abandonado, entonces les adornaban con ramas de especies perennes, papeles, frutas, trozos de vidrio y antorchas, que representaban a las estrellas, la Luna y el Sol para que los espíritus retornaran en la época primaveral y el árbol volviera a brotar. Y por fin... es Navidad A pesar de que este año no se ha apoderado de mí el espíritu navideño que suele embargarm...